A Palmira le costó volver
en sí después de todo lo vivido junto a su amiga del alma Macarena, después del
rescate de Andrea y Alison.
El recorrido hasta llegar
al destino que Andrea había elegido para mantenerla a salvo era largo, Palmira
seguía adormecida, se sentía agotada. Habían sido unos días repletos de
oscuridad, sin tener noción del tiempo, apenas les habían dado de comer y beber,
y ambas habían llegado a momentos de delirio.
Sobre todo Palmira, sus
extraños sueños convertidos en pesadillas no la habían abandonado, y ya no
sabía muy bien qué era realidad y en qué punto comenzaba la ficción.
Desde bien jovencita
apremiaban en su cabeza, y estaba segura que algo le querían decir.
Estaba claro que su
familia, la familia Caelum, había
creado un imperio, lleno de grandezas y riquezas… KTharSys, así habían
denominado a éste, en el que ella se sentía perdida, sin encontrar su lugar.
Cuando se enteró del nombre, enseguida quiso saber como mujer inquieta que
siempre había sido, el significado de dicha palabra y, ¡efectivamente la
encontró!
KTharSys,
“purificación, liberación o
transformación interior suscitadas por una experiencia vital profunda”.
Una vez llegó a esta
conclusión, siempre quiso ir más allá, algo importante debía significar esta
palabra para su familia.
-
¿Purificación?
-
¿Liberación?
-
¿Transformación?
-
¿Experiencia
vital?
¿Quizá todas esas
horribles pesadillas le querían decir algo? Cuando éstas aparecían en sus
sueños, sentía como si tuviese una vida paralela. Llegaba a hacerse varias
preguntas:
-
“¿Qué es esto de un hospital?”
-
“¿Pacientes que son imaginarios y cada uno
con nombres diferentes?”
-
“¿Por qué muchas de las personas que
estaban a su alrededor también se transformaban en personajes extraños?”
De repente, el coche en
el que el “extraño” celador, Alison y Andrea viajaban una vez rescataron a
Palmira, sufrió un fuerte impacto contra una piedra de gran dimensión que
estaba en la carretera por la que se dirigían. Esto provocó que Palmira
despertase bruscamente, y la primera palabra que pronunció y de un modo
desesperado fue:
-
¡Macarena,
Macarena! –
Su mirada se dirigió a
todos los lados y no la encontraba. Ella era consciente de que todas esas pesadillas
que le habían acompañado durante años, sólo eran eso. Debía encajarlas en algún
lugar, pero aún no sabía cuál ni cómo.
Andrea enseguida se dio
cuenta de su despertar de manera brusca, y él, que había permanecido todo el
camino a su lado, le respondió:
-
“No
te preocupes Palmira, estás a salvo. Pronto regresaré a por Macarena, te lo
debo y se lo debo”. –
Palmira enseguida se dio
cuenta de que todo había sido una pesadilla más. Ni tales personajes que
aparecían en sus sueños que hacían llamarse entre otros: Trexa, Vera Lú,
Padawan, Fredic Mont, Perseo, Rac Tac…, incluso Tacones Cercanos, no eran más
que unos figurantes de una pesadilla que le había acompañado durante años.
Tiene ganas de ser dueña
de su propia vida, pero primero sus padres que determinaron su adolescencia,
después la responsabilidad que la familia en pleno le otorgó sin estar
preparada, y por último la confusión entre lo que es su vida o lo que sus
sueños muestran, hacen que esta joven con una proyección óptima se sienta
perdida.
Tal es su confusión, que
no es capaz de determinar lo que es el amor en su vida y quién ocupa ese lugar,
si es que alguien lo está haciendo.
¿Puede ser Máximo el amor
de la adolescencia al que le ha perdido la vida? ¿Quizá Andrea, que le ha
salvado en varios ocasiones la vida? Todo se envuelve en una profunda
confusión.
De pronto, su amiga vuelve
a su mente, y le pregunta a Andrea; “¿por qué Macarena no nos acompaña?”
Andrea la observa con una
mirada que expresa amor y dolor al mismo tiempo. Suspira profundamente y
aprieta los puños hundiendo las uñas en su carne, y se promete interiormente a
sí mismo con rabia que hará lo que sea necesario para volver a juntar a las dos
amigas, que también significan mucho para él, cada una de un modo diferente…
By Tacones Cercanos
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