Antes de acabar su turno,
la jefa de servicio coloca sobre el mostrador unos papeles en blanco y un
montón de bolígrafos y, junto a ellos, ve que aún quedaba correspondencia sin
revisar. Coge el abrecartas plateado que sus compañeros le regalaron por su cumpleaños
en el mes de Febrero, y al que le grabaron con su nombre y las iniciales KTS.
Comprueba que se trata de correo ordinario del banco, y algunos recibos de la
empresa de telefonía… y de repente suena su teléfono móvil.
-Ok, ahora mismo bajo
Andrea.– dijo mientras cogía chaqueta y bolso y se encaminaba hacia la puerta.
Amanece en “El Cielo”.
Nadie preveía que pudiese
ocurrir, pero hoy desaparecería para siempre uno de ellos.
Hoy es un día de sol
resplandeciente. Se oyen los primeros pajaritos de la mañana cantar, y los
primeros rayos de luz se reflejan en el agua de la fuente que hay en el patio
interior. Todos permanecen en sus habitaciones. Duermen plácidamente, o al
menos el hecho de que no haya ni un solo ruido, da pie a pensar que así es.
Son las 8:00 a.m. Llega
la hora del desayuno y con ella toca siempre tomar las medicinas que los
doctores asignan a cada uno de los pacientes.
-
Padawan, ¡buenos días! Aquí tienes tu
desayuno y tus medicinas – Dijo Alison la jefa de servicio.
-
¡Buenos días! ¿Qué día es hoy? ¿Viernes?
-
Si, Padawan. Viernes. Y como cada viernes
si te tomas tus medicinas podrás acompañarme en el reparto del desayuno, y
ofrecer un nuevo libro de lectura a tus compañeros.
Padawan era un gran
amante de la lectura, tanto que se acabó convirtiendo en su obsesión. De hecho
su ingreso en “El Cielo” fue debido, a que tal era su adicción lectora que se
olvidaba de comer y dormir por dedicarse a sus libros, revistas, folletos… o cualquier
cosa que tuviera letras, como podían ser libros de instrucciones y prospectos
médicos. Tanta lectura, le hizo ser sabedor de muchos temas científicos,
químicos, matemáticos… que su cabeza no paraba de “dar vueltas” y de intentar
buscar solución o inventar cosas nuevas.
Desde su ingreso en el hospital estaba muy
controlado en ese sentido, no se le permitía acceder a documentos, revistas,
libros…. Aunque había avanzado mucho y dentro de su proceso de recuperación y
control de adicción, ahora mismo podía acceder
a libros los viernes, pero sólo para sugerir lecturas a los compañeros que
estuviesen interesados en leer algo durante el fin de semana.
Padawan tomó sus
medicinas junto con un buen trago de leche, y acompañó a Alison.
Según pasaban por las
habitaciones y “los avatares” iban cogiendo su desayuno y tomando su
“Tratamiento KTS”, él les sugería un libro nuevo o comentaba sobre qué les
había parecido el libro que habían leído la semana anterior.
Alison siempre dedicaba
un buen rato a cada uno de los pacientes, tanto que a veces era el propio
Padawan el que la invitaba a continuar la ruta.
Todo parecía haber
transcurrido normalmente. Juntos pasaron por todas las habitaciones, y la
mañana continuó con su actividad, pero a la hora de ir a recoger el servicio
del desayuno, cuando Alison llegó a la habitación de Aram ésta se encontraba
tendida en el suelo.
-
¡¿Aram?! ¡Aram!
Alison corrió hacia ella
le tomo el pulso, y en seguida se dio cuenta de que había fallecido. Fue
entonces cuando observó en el cabecero de su cama un escrito raspado en la
madera que ponía:
“Buenos
días....y por si no nos volvemos a ver: buenos días, buenas tardes y buenas
noches.
Hasta
siempre amiga.”
Con los gritos de Alison
todos se revolucionaron y comenzaron a correr por los pasillos. RacTac, Perseo,
Fredic Mont, Trexa, Guille the La people y Lastrum. Fueron los primeros en
llegar, seguidos de Tacones Cercanos, Vestigium, Vera Lu, Dakota, Txiki y
Padawan fue el último en acercarse junto a Ícaro, Mr. Marvic y Lastrum.
Su compañera había
desaparecido para siempre, y algo les hacía pensar que aquello había sido
intencionado.
By Aram
Aram |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en K-Thar-Sys, todas las opiniones son tenidas en cuenta para el desarrollo de la historia.