Capítulo 80

Venecia, albores del siglo V. Paolo Ponciano, en ese momento, principal cabecilla de los Poncianos, llega a la conclusión que para mantener su hegemonía en el clan, necesita dar un golpe en la mesa y estabilizarlo después de los intentos de separación que se venían dando en la última centuria. Roma agonizaba y debían sacar provecho de ello.  

Por tal razón, acepta la alianza ofrecida por Edecón para planificar la caída de Roma en los siguientes años, y a cambio recibe las tierras para fundar Venecia. El clan necesita mantener el dominio y asegurarse su supervivencia, así que pone manos a la obra.

Siglo V. Nacimiento de Venecia y caída de Roma.

En los siguientes mil años, poco a poco iba haciéndose con el poder detrás del trono de distintas dinastías europeas: Venecia, Imperio Carolingio, Rus de Kiev, Sacro Imperio Romano Germano, Imperio Bizantino.

Luego, vinieron los siglos de los descubrimientos de nuevas tierras y continentes: América, Australia.

En los últimos doscientos años, los Poncianos habían financiado sus actividades políticas gracias a las fiebres de oro y de diamantes del siglo XIX. Pero la irrupción de los Caelum en los años 50 del siglo XX les había hecho perder la hegemonía de la industria. Encima, los últimos acontecimientos políticos en Inglaterra y Estados Unidos parecían trabar los planes de dominación del clan.

Pero ese descubrimiento en la cueva de diamantes al sur de África, había les había hecho temblar. ¿Por qué debía salir El Amo de sus rivales comerciales? Sin la criatura en el vientre de Palmira no sobrevivirían.

Lucca Ponciano recordó el evento crucial de su familia, su clan, en los albores del siglo V. Había sido una movida magistral. ¿Podría él repetir algo así, quince siglos después? Miró por la ventana los cruceros arribando a la isla Vasilievski, su cuartel general en San Petersburgo. Luego, miró la pared de su despacho, donde orgullosamente se erigía el estandarte Ponciano.

¿Será cierto que una niña tiene nuestro destino en sus manos?

Llamó por el intercomunicador a su secretaria:

-“¿Lista la expedición de Kiev a Bucarest?”

- “Si, mi señor. Mañana a primera hora parten hacia allá”.

By Fredic Mont

Fredic Mont