Desde que Andrea llamó a Macarena para avisarle de
lo ocurrido tras la explosión en el Palazzo y solicitar su presencia en Venecia
con la intención de estar al lado de Palmira como única persona de confianza
que le quedaba, se encerró en sí mismo y comenzó a limitar sus visitas al
hospital.
Al principio, Alison y él cuidaban de Palmira, sin
despegarse de ella y casi sin salir de la clínica apenas unos minutos para
airearse. Lamentablemente la aflicción y el sentimiento de culpa, hicieron
mella en Andrea, dejándolo sin fuerzas ni ganas de luchar.
Tras la llegada de Máximo y Macarena, Alison redujo
su estancia en el hospital pero nunca dejó de ir. Si bien es cierto, que ella
también tenía una fuerte sensación de culpa, además sentía más que nunca, que tanto
ella como Andrea, habían sido meras marionetas manipuladas para obedecer a los
designios de otros.
Tras 30 años al servicio de los Caelum, descubre mediante
la carta recibida de Razzi el porqué de muchos de los graves y mortales sucesos
ocurridos hasta ahora en la familia y su entorno. Resulta que a través de la
compra de unas esmeraldas se vieron relacionados con una organización mafiosa.
Tras ayudar a desenmascarar a este grupo de “la camorra” apodado los
Poncianos y ser detenido uno de sus jefes, ¡comienza una guerra de venganzas!
-¡No es justo! Después de tantos años al lado de los
Caelum, y ¡me entero de esto a través de una carta! ¿Por qué no me lo contaron
antes?, ¡nos pusieron en peligro arbitrariamente y se limitaron a darnos unas directrices que
ni yo misma después de tantos años entendía! Qué cuide de sus hijas, por
supuesto que cuidaré de ellas, ¡si son como mis hijas! Pero, ¿qué
nos deshagamos de la compañía?, ¿qué tomemos otros rumbos?, pero… ¿cómo? ¡Creo
que voy a volverme loca!
Alison se dirigió al
hospital decidida a hablar con Palmira a pesar de su estado. Al mismo tiempo,
Andrea decide salir de su letargo y pasar a la acción. Ninguno de los dos
hubiera imaginado que al llegar al hospital descubrirían que Palmira y Macarena
habrían sido secuestradas.
Después de salir de la
habitación de Palmira y tras enterarse de la noticia del secuestro, ya en la
planta baja del hospital, Andrea ve de espaldas a una mujer llorando
desconsoladamente. Sin saber que era Alison, se dirigió a ella para prestarle
su ayuda.
-¡Andrea!, ¿dónde has
estado todo este tiempo? Sin dejarle contestar, Alison se lanza angustiosamente
a sus brazos. ¡Es horrible!, ¡han secuestrado a Palmira y a Macarena!, ¿qué
vamos a hacer?, ¿y si ya no aparecen?, ¿y si las matan? ¡No me lo perdonaría!
-Vamos a tranquilizarnos
Alison, sé que es difícil pero hay que pensar con serenidad. Llamemos a Nana,
hay que contarle lo sucedido. Sé que corremos el riesgo de que se enteren de
que continúa viva, pero ella ya te contó en una ocasión que tras el incidente con
el coche de los Caelum, rescató a Palmira de entre los restos de éste, por lo
que creo que es la única que puede ayudarnos y en cierto modo, dadas las
circunstancias, es la única en la que podemos confiar.
Tras meses de cautiverio,
investigando incansablemente y gracias a ciertos chivatazos de un topo
infiltrado en la organización de los Poncianos, Andrea, Alison y Nana descubren
donde están Palmira y Macarena.
Consiguen llegar al lugar
de su encierro y con ayuda del topo, salvan a Palmira y para su sorpresa, al
bebe de ésta. Lamentablemente, Macarena no corrió la misma suerte.
-¡Andrea!, ¡corre!,
¡vienen hacia aquí!
-¡No puedo dejar a
Macarena aquí!, ¡tengo que desatarla!, ¡es culpa mía que esté aquí!
-¡No hay tiempo!, ¡nos
van a descubrir!
-¡Macarena!, ¡te juro que
volveré a por ti!
-¡Andrea, por favor! ¡No
me dejéis aquí!, ¡Volveeeeeed!
By Vera Lú
Vera Lú |
Vera Lú nos trae un capítulo 82 cargado de acción y novedades! Te lo vas a perder?
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