26 de abril de 2017

Capítulo 105

-“Hola Palmira”-dijo Ícaro nada más verla entrar en aquella repleta cafetería.

-“¿Quién es usted?”-preguntó Palmira, al verlo allí de pie en la puerta de entrada

-“Soy uno de los creadores o avatares como nos llaman. Te estaba esperando. Sé que tienes muchas preguntas y te puedo asegurar que hoy habrá respuestas. Respuestas que comprenderás y otras que no. Pero, ¡por favor, sentémonos antes!”-dijo Ícaro al tiempo que retiraba una silla de la mesa que tenían a su izquierda y la invitaba a que tomara asiento.

-“¡No puedo! ¡He dejado a mi hija fuera en el coche!”-dijo Palmira, nada más tomar asiento

-“¡Tu hija no está ahí fuera, Palmira!”-contestó Ícaro-“¡Es hora de que la dejes marchar!”

-“¿Cómo que no está fuera?”-preguntó una cada vez más aturdida Palmira-“¿Qué le habéis hecho?”

-“¡Tú hija no está ahí! ¡Tú hija falleció hace años! ¿Recuerdas el accidente?”

-“¿Cómo que falleció? ¡He venido con ella en taxi!”-dijo Palmira mientras salía a la carrera al exterior

Al salir de la cafetería, Palmira comprobó que en la calle no había ningún vehículo aparcado, no había ninguna persona, ningún sonido, no soplaba el viento, nada.

Una extraña sensación de ahogo comenzó a apoderarse de Palmira

-“¿Querías respuesta?”-dijo Ícaro señalándole la calle-“¡Aquí las tienes!”

Palmira se giró hacia Ícaro con el rostro desfigurado por un horror como nunca antes había experimentado

-“¡No puede ser!”-fue todo lo que acertó a decir, mientras entraba de nuevo a la carrera en la cafetería.

Una vez dentro pudo contemplar que donde antes todo era algarabía y alboroto, ahora reinaba el más absoluto de todos los silencios.

-“¡Qué es lo que está pasando aquí! ¿Dónde están todos?”-preguntó una casi ya histérica Palmira

-“¡Nunca ha habido nadie Palmira!”-respondió Ícaro quién apareció casi de la nada a su izquierda

-“¿Cómo qué no?”-dijo confundida Palmira, quién giraba y señalaba en todas las direcciones-“¡Esto estaba lleno de gente! ¿Dónde están todos?”

-“No tenemos tiempo para eso. Por ello, te pido, por favor, que preguntes qué es lo que deseas saber”

Palmira, que seguía girando sobre sí misma, con la mirada perdida y ambas manos en la cabeza, con un gesto de desesperación e incredulidad, se detuvo en seco ante Ícaro y sosteniéndole la mirada le espetó:

-“¡¿Qué es lo quiero?! ¡Quiero saber la Verdad! ¡La jodida y puta Verdad de todo lo que está pasando!”

-“¡La Verdad!..............................¡Puedes que no la soportaras Palmira!”

-“¡Inténtelo!”

-“Lo primero que debes hacer es tranquilizarte”

-“¿Tranquilizarme dices?”

-“¡Tienes que vencer tus miedos y recuperar el control!”

-“¿De qué control me hablas?”

-“¿Y si te dijera, Palmira, que nada es real?”

-“¡No…….no……no!”-dijo con risa nerviosa Palmira-“¡Yo sé muy bien que es real! Y esto es….¡muy real!”

-“¿Y cómo lo sabes? Los sueños son muy reales hasta que uno se despierta”

-“¡Lo sé y basta!”-replicó Palmira

-“¿Yo soy real?”-preguntó Ícaro

Palmira sólo se limitó a mirarlo con una mezcla de desconcierto y pavor.

-“¡No me digas que eres sólo una ilusión! ¡Un producto de mi imaginación!”

-“¡Pppppsssss! ¡No exactamente Palmira!”-contestó Ícaro-“Por favor, sígueme y pronto descubrirás”

Ícaro se encaminó hacia la puerta que se encontraba situada al fondo, a la izquierda de la cafetería. Palmira, absorta, contemplaba desde la distancia como Ícaro abría aquella vieja puerta y con un gesto de su mano la invitaba a entrar. Cómo si del canto de una sirena se tratase, Palmira se vio atraída hacia su interior sin poder oponer la más mínima resistencia.

-“¡No temas!”-dijo Ícaro-“¡Entra y todas tus preguntas serán respondidas!”

Sin casi mirarlo, Palmira entró en aquella sala oscura en la que había un enorme espejo situado en el centro de la misma. Ícaro entró detrás de ella y ambos se colocaron frente al espejo. La puerta se cerró lentamente.
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Al abrir la puerta, Andrea lo encontró a su izquierda, sentado en una de las sillas, que aún no se habían llevado los de la mudanza. Sólo en semiprenumbra, con aquel molesto y repetitivo sonido de fondo……bip..bip..bip..bip..bip..bip…….Padawan miraba en dirección a la silla vacía que tenía colocada frente a él.

-“¡Te estaba buscando!”-dijo Andrea-“¡Sólo quedas tú! ¡Venga! ¿Nos vamos?”

-“No puedo dar un paso para abandonar este lugar, hasta que sepa que estás preparado”-contestó Padawan al mismo tiempo que lo invitaba, con un gesto de su mano, a sentarse en la silla situada frente a él-

-“¿Cuándo yo esté listo?.....¡Como quieras! Si deseas que hablemos antes, hablemos pues”-contestó Andrea al tiempo que tomaba asiento.

-“¿Y, bien?”-preguntó Andrea-“¿Nervioso por el día de hoy? Yo te confieso que un poco sí que lo estoy. Ya sabes, el traslado de los pacientes, el último capítulo de la novela, ese ruido molesto del jodido camión de mudanza que invade todo el centro (bip….bip…bip….bip)…..Por cierto, ¿Ya has escrito el último capítulo?”

-“El final lo escribes tú, Andrea”

-“¿Yo?”-contestó un sorprendido y pensativo Andrea-“Os lo agradezco de corazón, pero debo rechazar vuestra petición, Padawan”.

-“No es ninguna petición Andrea”

-“No puedo de verdad. No puedo inmiscuirme en vuestro tratamiento”

-“Andrea, tú has sido la única persona que has escrito todos y cada uno de los capítulos desde el principio”.

-“¿De qué hablas Padawan?”-replicó un cada vez más nervioso Andrea-“La novela la habéis estado escribiendo tú y el resto de tus adorables “locos” como tú los llamas”

-“¡Cierto! Somos unos locos y  per se, tú también lo eres”

-“Confieso que no me esperaba esta reacción por tu parte, Padawan”.

Bip……bip……bip……bip……bip……bip……

-“Andrea, debes saber que hoy nuestras charlas se acaban. El tiempo apremia y esto llega a su fin.”-susurró Padawan mientras se reclinaba en la silla acercándose a Andrea- “Necesito que prestes atención a lo que voy a decirte y sobre todo, que lo comprendas: ¡los avatares no existimos!……¡somos tú!”

-“¡Entiendo!”-contestó Andrea-“Esto es por lo de Aram. Debí suponerlo. Negando la existencia de los avatares, niegas la muerte de Aram”

-“¿Qué crees que llevas en esa carpeta?”-preguntó un impasible Padawan

-“¡Tu historial!”-dijo Andrea-“Siempre llevo conmigo el historial del paciente que estoy viendo”

-“¿Estás seguro?”

-“¡Pues claro que lo estoy! ¡Padawan, debes aceptar que Aram decidió poner fin a su vida! ¡Así es esta puta Vida! ¡Siempre jodiendo, siempre haciendo sufrir! ¡Acéptalo! ¡Aram se rindió! ¡Se fue! ¡Te abandonó! ¡Siempre terminan abandonándonos!”

-“Un psiquiatra, nunca debería expresarse en esos términos, ¿no crees? Y más, si se dirige a un paciente, ¿me equivoco?”

-“¡Llevas razón! Ha sido poco profesional por mi parte……Te pido disculpas. No sé porque, ése puñetero sonido me tiene de los nervios”

Bip……….bip……….bip……….bip……….

-“Está bien. Lo entiendo”-contestó Padawan-“Por favor, ¿puedes abrir y observar el contenido de la carpeta que llevas?”

-“¡Otra vez, con esas!”-protestó Andrea al tiempo que echaba su cuerpo para atrás en su silla-“¡Aquí está! ¿Lo ves?”-dijo al tiempo que abría la carpeta-

Al abrirla, Andrea sintió unas terribles náuseas y su cuerpo comenzó a temblar de manera convulsiva, dejando caer al suelo, la carpeta que sujetaba entre sus manos. Cientos de folios se desparramaron a sus pies.

Atónito, contempló que se trataban de los 104 capítulos de KTharSys, escritos de su puño y letra, aunque firmados en cada ocasión con un pseudónimo distinto.

Al verlo en estado de shock, Padawan se aproximó hacia él y abrazándolo con compasión le susurró al oído: “Tranquilo Andrea, ya falta muy poco…..acompáñame”

Tras ayudarlo a levantarse, lo condujo hacia una puerta que se encontraba situada en el lado izquierdo de la habitación

-“¡Ábrela!”-le pidió a Andrea, quién, desconcertado y temeroso, alargó su mano derecha y la abrió con extrema cautela.

Un laberinto de espejos apareció ante ellos.

-“¿Qué sitio es éste?”-preguntó Andrea

-“No puedo decírtelo. Sólo te diré que dentro de cada ser humano viven miles de versiones de uno mismo. En ocasiones, alguna de esas versiones bloquea su evolución”.

-“¿A qué te refieres?”

-“Estos espejos muestran todo lo que has hecho en tu vida. Recuerdos que tu mente los ha enterrado y ahora te están destruyendo”.

-“¡No quiero ver esto!”

-“No tienes nada que temer Andrea. ¡Es el reflejo de tu vida!”

-“¡Mi vida es una puta pesadilla!”

-“¡Confía Andrea! ¡Vamos, no hay tiempo que perder!”

Bip………….bip………….bip………….bip………….

Ambos comenzaron a transitar por aquel laberinto, dejando tras de sí, espejos de distintas formas y colores.

-“¡No pasa nada!”- dijo Andrea

-“Cuando estés listo. No fuerces los acontecimientos. ¡Déjate llevar!”

Unos pocos pasos más, uno de los espejos mostró a un niño regordete sentado en la arena de la playa jugando con su hermana pequeña y así, a medida que se adentraban por el laberinto, varias imágenes de la infancia y adolescencia de Andrea, se iban sucediendo en los distintos espejos que iban dejando tras de sí.

Andrea se detuvo frente a uno, situado a su izquierda, al contemplar la imagen de su prometida Elena. Estaban cogidos de la mano. Reían. Se amaban. Eran felices

-“¿Qué sientes al recordar estas imágenes?”-preguntó Padawan

-“¡Dolor por el inmenso vacío dejado en uno, donde un día fuimos dos! ¡Rabia y Odio porque él me la arrebató!”-dijo un encolerizado Andrea señalando el espejo colocado a su derecha. En él, se veía a la pareja de enamorados circulando en coche y como otro automóvil conduciendo de manera temeraria les adelantaba de forma imprudente echándolos de la carretera. Andrea, no pudo evitar el impacto, ni las cinco vueltas de campana que dio posteriormente su auto. El vehículo que provocó el accidente, no se detuvo para socorrerlos. Elena, moría en la ambulancia camino del hospital.
Los siguientes espejos se volvieron oscuros y siniestros, mostrando a un Andrea, consumido por el dolor de la pérdida y con una sola fijación en su mente: Martin. Un chico de familia acomodada y acaudalada. Una persona que, al contrario que él, lo había tenido todo en la Vida y que le arrebataba lo único que había tenido en la suya: Elena

-“¡Lo siento amor! ¡Te fallé!”-dijo Andrea

-“¿Por qué dices eso?”-le inquirió Padawan

-“¡Fui un cobarde! No pude vengarla”.

-“¿Recuerdas porque no consumaste tu venganza? Tuviste la conciencia de ver cada suceso particular en el contexto del todo. Comprendiste, que él tampoco deseó la muerte de Elena. Le acaban de comunicar que su madre estaba a punto de morir. Por ese motivo, conducía de manera temeraria. Por eso, no se percató del accidente que había provocado y menos aún, de que estabais heridos. Comprendiste, que los tres fuisteis piezas del engranaje de la Vida”.

-“Debí matarlo cuando visitaba a su madre, aquel día en el hospital. Lo tuve en el punto de mira”.

-“¡Pero, no lo hiciste!”

-“¡Porque soy débil!”……..“¡Quiero irme!”……..“¡No quiero seguir aquí!”

Bip…………….bip…………….bip…………….bip…………….

-“Cuando perdiste a Elena”-prosiguió Padawan-“vi el mundo a través de tus ojos. Un mundo en el que no quedaba nada que perder y en el que sentiste la necesidad de darle sentido a su pérdida, de proporcionarle un significado, costara lo que costara y por eso, tu vida giró en torno a la venganza de Martin y su familia”.

“Querías ensalzar su recuerdo mediante la destrucción. La rabia y el odio te guiaban y no querías ver otra cosa salvo, el mundo en llamas”.

-“Cuando más falta me hacías, volaste mi amor”-dijo Andrea con la voz cortada y sin apartar la vista del reflejo de Elena que se proyectaba en el espejo que tenía frente a él, al tiempo que llevaba su mano a su corazón-“Pero aquí sigues, prendida, encendida, ardiendo y latiendo muy dentro de mí”.

“Sabes Padawan”-prosiguió Andrea-“tras la muerte de Elena, todo el mundo me decía que tenía que aprender a vivir sin ella. Pero yo sólo sigo escuchando una voz, y es la de ella”.

-“Y, ¡caíste!….al no poder llevar a cabo tu venganza, caíste en el Infierno de las drogas”-comentó Padawan al tiempo que en los siguientes espejos se veía a un Andrea, que era la sombra de lo que fue junto a Elena, buscando consuelo en las drogas para escapar de la cruda realidad.

-“¡Basta!”-gritó Andrea al tiempo que hacía añicos el espejo que tenía frente a él al golpearlo con su puño derecho-“¡Claro que existe el infierno! ¡El infierno es donde vivo yo desde aquel día! ¡La buscaré en esta Vida y en la otra! ¡Y la encontraré! ¡No sé ni cuándo ni donde, pero hasta en la Muerte si hace falta, la encontraré!”

-“¡No quería que fuese así Andrea! Pero, pase lo que pase, estaré a tu lado horas, días, meses, años….hasta que encuentres la manera de aceptar este desenlace y de esa forma puedas salir de este infierno tú sólo. De lo contrario, deberé elegir otro desenlace”.

-“¿Sólo?”-preguntó un contrariado Andrea-“¿Y tú? Debo trasladarte al nuevo centro junto con los otros…”

-“Los avatares somos producto de tu imaginación Andrea….nos diste forma en el mundo que creaste gracias a las drogas. Mr Marvic por ejemplo, representa tu compromiso y disciplina; RacTac es tu lado romántico; Tacones Cercanos tu sensualidad; Vera Lu, tu lado crítico y racional; Aram y Perseo, por su parte reflejan tu sed de venganza y tus ansias de destrucción, en contraposición a Vestigium, que es la no violencia. Trexa es el misterio, la intuición, lo sobrenatural. Guille, mirándose en un espejo, representa tus debilidades. Dakota tu sensibilidad; Txiki y Fredic Mont el equilibrio y el orden. Ícaro, te recuerda que utilices el ingenio para alzar el vuelo y escapes de este laberinto”.

-“¿Y tú?”

-“Soy aquello que no terminas de aceptar: que el bien y el mal son sólo interpretaciones. Que hay un equilibrio natural en todas las cosas. Y lo debes aceptar”.

Bip…………………bip………………..bip………………..bip………………..

“Creaste una historia, un mundo hecho a tu medida. Si esa historia era cierta o falsa, es algo que con el transcurso del tiempo, cada vez importa menos”.

“Inventaste a Palmira, desde Elena. ¡Palmira es Elena! No adorabas a Elena, ¡la divinizabas! Por eso, tu subconsciente le dio un cabello rojizo, imagen arquetípica del ideal de mujer como reina y diosa. De esa forma, negaste su pérdida. Tu mente encontró la forma de continuar con ella”

“Y el nombre de vuestra hija ¡K! El día del accidente, estabais más radiantes que nunca. Aquel día Elena te había comentado que estaba embarazada. Bromeabais, repasando una por una, todo las letras del abecedario, con el nombre que les pondríais si era niño o niña, Justo antes de que vuestro auto se accidentara, os quedasteis en la letra K”.

-“Entonces, ¿todo ha sido una ilusión? ¿Un sueño?”

-“Verás Andrea, los sentimientos negativos que albergamos como la culpa, el miedo……nuestro subconsciente siempre haya la forma de procesarlos. Cualquier sueño que tienes, son conversaciones que tienes contigo mismo. Todos los personajes de tus sueños en realidad son Tú. Y cuando intentas enterrar emociones o ideas incómodas, la única salida que tienen, es tu subconsciente”.

“El personaje de Macarena, su secuestro, tus remordimientos por no poder rescatarla, tu imposibilidad para hacerlo por ti mismo y mandar a Máximo a que lo hiciera. Todo ello, fue fruto de tu subconsciente, por perder a Elena y por tu frustración ante el hecho de no poder hacer nada al respecto”.

“Es normal sentirnos atormentados por nuestro pasado, por las pérdidas que sufrimos a lo largo de la Vida y por eso creaste una historia, donde hacías realidad tu venganza. Pero durante ese proceso, algo salió mal. En tu historia, tus sentimientos se disfrazaron de avatares. Nos personificaste y pasamos a controlar tu historia.”

“Y tú, inconscientemente, te revelaste. En un intento por dominarnos, creaste una historia dentro de la historia. Como cuando tienes un sueño, dentro de otro sueño. De esa forma, nos metiste a todos en un psiquiátrico como pacientes tuyos. Deseabas volver a recuperar el control de ti mismo. ¡Llegaste incluso a imaginar que todo era una película de cine!”

Bip……………………bip………………………bip……………………

“¡Hoy termina todo Andrea! ¡Hoy debes abrir los ojos a la realidad, a la Vida! Si de verdad quieres honrar a Elena, no pretendas construir nada destruyendo. La violencia sólo genera violencia. No te equivoques Andrea. No pretendas deformar el espacio y el tiempo, imaginando una Vida tranquila y feliz en el futuro. La Vida nunca nace de la destrucción, sino del Amor. Permanece en calma ante la adversidad y controla tus emociones sea cual sea la provocación a la que te enfrentes y ama a la Vida en su Todo”.

“Subordina tu vida a la Vida y comprende que sólo eres una pieza más de un Todo más grande, al igual que tus “avatares” sólo son piezas de un todo más grande.....¡Tú!”

-“¡Quiero salir de aquí, ya, Padawan! ¡La echo tanto de menos que ya no me duele ni el dolor!”

-“¡Pues sal! ¡No queda apenas tiempo!”

-“¿Pero cómo? Si no sé ni donde estoy”

Bip……………………..bip……………………..

-“¿Dónde crees que estás? Vemos aquello que esperamos ver y lo que vemos puede parecernos completamente real, aunque sólo sea una visión”

-“Si esto es una ilusión……entonces, ¡estoy en mi mente!”

-¡Exacto, Andrea! ¡Sigue recordando! No temas a la oscuridad. Explora en su interior, ¡en tu interior!

Las imágenes se suceden una tras otra, a una velocidad de vértigo, delante de los ojos de Andrea, mientras comienza a desaparecer todo el mundo creado por él. Ya no hay psiquiátrico, ni doctores, ni avatares, ni poncianos…….sólo un único espejo en medio de la oscuridad y la voz de Padawan que le continúa hablando

Biiiiiiiiiiiiiiippppppppppppppppppppppp…………………..

-“¡Siento que el pecho me arde Padawan!”-dijo asustado Andrea

-“¡Revive Andrea! ¡Hay otro mañana! ¡Despierta! No temas a los dragones que aguardan en la oscuridad. Ellos protegen tesoros de oportunidades y posibilidades. ¡En la oscuridad hay libertad cuando alguien la alumbra!…¡Di si a la Vida, Andrea! ¡Alúmbrala! ¡Ámala!”

-“¡Hasta mañana cariño!”-dijo una voz femenina que surgía desde el espejo situado detrás de Andrea y que provocó que éste se girase por completo hacia la misma-

Allí contempló, totalmente embriagado por una emoción indescriptible, el pelo rojizo y la belleza de…..¡Elena! ¡El cabello rojizo fue transformándose poco a poco en una larga melena rubia! ¡La imagen de Palmira dio paso a la de Elena!¡Siempre fue Elena!

-“Mañana, los muros del tiempo caerán, mi amor”-prosiguió hablándole la imagen de Elena reflejada en el espejo-“Ahora descansa en Paz”

Unos fuertes impactos sacudieron el cuerpo de Andrea, una, dos, tres y hasta cuatro veces, antes de ser absorbido por un tobogán luminoso que se abrió ante sus ojos, inundando de luz todos los rincones de su cuerpo.

En el aire sólo quedó suspendida una frase con lágrimas escritas: “¡No me olvides mi vida, te quiero!”
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La sensación de cien mil alfileres clavándose en sus pulmones, provocó que abriera los ojos, los cuales, recibieron el impacto de un cegador haz de luz. Andrea, emitió un grito que quedó ahogado por el tubo que le llegaba hasta la tráquea

-“¡Ya está aquí!”-dijo una voz desconocida para Andrea-“¡Doctor, rápido! ¡Ha despertado!”

Andrea sintió, antes de perder la consciencia, como entraba a la carrera en la habitación, un chico joven ataviado con una bata blanca y comenzaba a explorarlo. Luego vino la oscuridad.

VARIOS MESES DESPUÉS……

-“¡Buenos días a todo el mundo mundial! ¿Cómo está mi paciente favorito?”

-“¡Buenos días Héctor!”-contestó un apático Andrea-“¡Te veo especialmente contento hoy!”

-“¡Pues claro! ¿Cómo no voy a estarlo? ¡He acabado mi turno y me voy de vacaciones con la familia! ¡Además, un buen amigo hoy nos deja y quería desearle toda la suerte del mundo!”

-“¡Gracias, la voy a necesitar!”-contestó Andrea

-“¡Te acompaño a recoger el alta!”-dijo Héctor, mientras ambos se encaminaban al mostrador de admisión-“¡Mira quién te traigo por aquí Concha!”

-“¡Andrea! ¡Dichoso los ojos!”-dijo Concha, la siempre sonriente enfermera que se encargaba de todo el papeleo de los pacientes del Hospital-“¡Cuánto me alegro verte salir de aquí por tus propios pies!”

-“¡Descuida, he aprendido la lección! ¡No haré ninguna tontería más!”

-“¡No sabes cuánto me alegra oír eso!”-contestó emocionada Concha, quién no dudó en salir de detrás de su mostrador para abrazar y darle dos besos a Andrea-

-“¡Bueno, bueno, bueno! ¿Me pierdo algo?”-intervino Héctor de manera irónica-

-“¡Sí! ¡A tu mujer!”-contestó Concha, mientras le señalaba en dirección a la sala de enfermeros-“¡No la hagas esperar más!”

-“Mi querido aprendiz-le dijo Héctor a Andrea guiñándole un ojo- que la Fuerza…….y el buen juicio te acompañen siempre

Y tras darle un fuerte abrazo, Héctor se encaminó a la sala de enfermeros en busca de su familia, dejando a Concha con los trámites de alta del hospital de Andrea, quién no pudo evitar contemplar como Héctor salía cogido de la mano de su mujer.

-“¿Hacen buena pareja, verdad?”-dijo Concha

-“¡Venga peque! ¡Sal! ¡La playa nos espera!”-dijo Héctor a su hija que con pasos cortos y atropellados, salía de la sala de enfermeros hacia sus padres-“¡Venga K que vamos a llegar tarde!”

Al oír aquel nombre, Andrea giró su cabeza al tiempo que preguntaba a Concha:

-“¿Cómo ha dicho que se llama?”

-“¡K!”-dijo Concha en voz baja-“¡Mira que ponerle a la pobre ese nombre?”

En ese momento, la esposa de Héctor cogía a la niña en brazos y al hacerlo ésta golpeó sin querer la gorra que su madre llevaba puesta, mostrando una rizada y larga melena roja

-“¡No puede ser!”-fue todo lo que acertó a decir Andrea-“¡Esto es de locos!”

Tras recoger del suelo, la gorra de su esposa, Héctor con una amplia sonrisa dibujada en su rostro, miró a Andrea y guiñándole de nuevo un ojo, le dijo:

-“¡Amigo, recuerda que los fabuladores más brillantes del mundo están en manicomios!”


   By Padawan en Una Galaxia Muy Lejana a 25 de Abril de 2017
Padawan

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