24 de abril de 2017

Capítulo 103

Martin estaba tranquilo y relajado aunque también se sentía algo alterado, pero esto último podía ser debido a los varios cafés que llevaba en el cuerpo desde primeras horas de la mañana. La noche anterior tuvo varias conversaciones telefónicas y mensajes que le mantuvieron despierto hasta bien entrada la madrugada, después estuvo repasando mentalmente las repercusiones inmediatas de lo hablado y leído; también aprovechó que estaba desvelado para redactar algunas notas en borrador y preparar la reunión prevista para el día siguiente, es decir, para hoy en unos minutos.

Bastante más temprano de lo habitual, Martin había acudido a su amplio y confortable despacho en las nuevas instalaciones de la clínica: Quería repasar minuciosamente las circunstancias actuales, los recientes acontecimientos y, sobre todo, los expedientes de los 19 pacientes que iniciaron el proyecto KTS.

Oficialmente, el tema central de la reunión era hacer un análisis de situación y de incidencias a resolver por el traslado a estas nuevas instalaciones. Martin, como Gerente de la clínica, sabía que todavía no funcionaba todo correctamente, que las medidas de seguridad y habitabilidad eran mejorables y que, en definitiva, las novedades siempre necesitan un tiempo para ser asumidas. Por eso, esta reunión no era la ordinaria que semanalmente mantenía con su equipo de confianza (el psiquiatra Andrea, la psicóloga Macarena, el enfermero Máximo y la celadora Alison) para revisar el alcance y resultados del proyecto KTS. Esta vez la había convocado como reunión extraordinaria y solicitaba expresamente la asistencia activa y las propuestas constructivas de todo el personal de la clínica, además de su equipo de confianza; desde José el transportista hasta el enfermero Robles, los celadores Héctor K y Concha Z o la gobernanta Dolci. También, claro está, había convocado a Palmira.

En realidad, Martin tenía un encargo muy concreto de los accionistas y benefactores de la clínica, trasladado claramente la noche anterior por Razzi y por Luis Ponciano: Había que determinar las condiciones de sostenibilidad del proyecto KTS y, en su caso, identificar los errores o factores de éxito y tomar decisiones al respecto. El mensaje había sido nítido, a partir de la reunión tenía dos días para presentar un informe con conclusiones operativas. Si lo estimaba oportuno, también podía reunirse con los pacientes o “avatares”.

Martin, miró su reloj y comprobó que faltaban 20 minutos para iniciar la reunión; así que cerró las carpetas que estaba repasando, se levantó del sillón y se acercó al amplio ventanal de su despacho para repasar mentalmente los acontecimientos que aportaría a la reunión y que condicionarían su informe.

En principio, en cuanto a los pacientes “avatares” las circunstancias no eran muy propicias para el proyecto. De los 19 inicialmente aceptados como tales, dos habían abandonado casi desde el principio, Chance y Amshu; posteriormente, Oso Amoroso y Hraeslverg solicitaron la baja voluntaria del proyecto. Recientemente, las cosas no han ido mucho mejor para el proyecto entre el grupo de los “avatares”: Rac Tac se despidió de Palmira, a Trexa le han dado el alta, Aram se suicidó, Ícaro desapareció en la noche y Perseo parece más interesado en ser humano que avatar…

Por otro lado, entre los “avatares” se mantienen y desarrollan varias líneas terapéuticas o argumentales que no propician que los seguidores o benefactores mantengan el interés por el proyecto y de ellos depende la sostenibilidad demanda y necesaria. Además, todavía no sabemos si Lastrum es el topo que propició la rebelión de los denominados Poncianos.

En cuanto al personal, el celador Héctor T ha desaparecido desde la fuga de Ícaro y la psicóloga Macarena parece cada vez más implicada en el problema de Palmira que en su solución. A ver si hoy aparecen y ejercen como equipo sanitario del proyecto.

Con todo, lo más preocupante para Martin es el mensaje de Razzi:

-       Mi hija, Nana, a la que habéis llamado Palmira, la paciente número 20, no mejora en su problema ni avanza en su vida. Sigue teniendo pesadillas de todo tipo, cree que su hija Katerina muerta en accidente la sigue acompañando como bebé o como adolescente, cree que su psicóloga Macarena es su amiga y ella se cree psiquiatra. ¡Esto no va!
Luis Ponciano, también le planteó muy claro su punto de vista:

-       Esto de las terapias alternativas está muy bien, es muy entretenido y eso; pero mi familia tiene una laboratorio de fármacos psiquiátricos y apostamos por la terapia tradicional. ¡Eso es lo que hay!
Martin tuvo que salir de su estado contemplativo, llamaban a la puerta y eran Máximo y Robles los primeros en llegar a la reunión. No tenía nada claro lo que iba a pasar en la reunión ni en los dos días siguientes que le habían dado de plazo. Sólo tenía algo muy claro el mensaje a transmitir al equipo de profesionales y al grupo de pacientes:

-       Todo es lo que no parece.

By Perseo
Perseo

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