13 de marzo de 2017

Capítulo 61

Bueno, bueno, bueno; aquí estaba, por fin se había atrevido, y todo era maravilloso: El aire inflaba sus pulmones, el sol calentaba su piel, la llovizna mojaba su pelo, los olores y colores excitaban sus sentidos. Si, aquí estaba plantado de pié y erguido en plena plaza San Marcos, con los pulgares en alto como señal de triunfo, disfrutando del interés y las miradas de los extraños, recapitulando su plan de acción para este viaje, cuando recordó que no venía solo.


No, no había querido venir solo a esta aventura, necesitaba compañeros y cómplices, sus planes eran ambiciosos y necesitaba colaboradores dispuestos, con actitudes y aptitudes. Por eso, había conseguido convencer a algunos de sus compañeros y aquí estaban, en este mundo ni nuevo ni desconocido, pero fuera de su zona de confort y arriesgándolo todo.

Trexa, estaba a lo suyo; engatusando, nunca mejor dicho, a turistas y residentes. Bien, por esas habilidades la había querido incorporar a su equipo. Mr. Marvic, también estaba a lo suyo, aunque no le veía, pero seguro que estaba organizando muy adecuadamente la estancia del equipo en la ciudad de Venecia, la sede de los Caelum y de sus planes. Dakota, ejercía sus habilidades y le guardaba las espaldas, nunca mejor dicho pues la tenía literalmente pegada a la espalda, por interés o por desconfianza, pero ahí estaba. Y claro, Oso Amoroso, guía turística en mano, generaba todo tipo de ayudas por parte de los viandantes. Este era su equipo!

Perseo, había tomado una decisión y se puso manos a la obra, como siempre, ese era su espíritu: Información, reflexión y acción. Padawan ya abrió la puerta al confundir y enredar a Máximo y Rac Tac había superado todos los límites seduciendo a Palmira y dándole información confidencial. Ahora, era su turno!

La trama de K-Thar-Sys se estaba complicando en demasía, personajes duplicados o muertos antes de tiempo o sencillamente desaparecidos en combate, situaciones rocambolescas, puertas y ventanas ni abiertas ni cerradas ni todo lo contrario. Perseo, héroe mitológico, aunque etiquetado por alguno de sus compañeros como fanfarrón y presumido, estaba dispuesto a hacer lo que sabía hacer de siempre: Convertir el mal en bien! Como cuando le cortó la cabeza a la Medusa o consiguió domar a Pegaso.
Él, Perseo, sería el protector de Palmira y ya que había inventado la figura de El Amo, él sería el El Amo, aunque fuese provisionalmente; no quería permitir que esa responsabilidad recayese en la hija bastarda de Palmira. El resto de sus compañeros de equipo cuidarían de los otros personajes claves de K-Thar-Sys, hasta ahora bastante abandonados: Alison, Martin, Máximo, Macarena, Nana, etc. Y ¿por qué no? Como ave fénix, hacer resucitar a algunos de los personajes.

Ya todos del equipo con sus tareas cumplidas, se reunieron en la cafetería del hotel y comentaron sus acciones y resultados. Trexa tenía un grupo de seguidores incondicionales, Mr. Marvic lo tenía todo bajo control y dispuesto a funcionar, Dakota tenía acuerdos con la policía local y Oso Amoroso estaba feliz.

Con estos mimbres, Perseo se dispuso a hacer no un cesto, pero si cientos de ellos!
Eh! Cuantos más “Me Gusta” para este capítulo, más poder tendré! Tú, verás!

By Perseo
Perseo

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