Bien, muy bien! Gracias a la colaboración de Máximo estaban
aquí reunidos, incluso evitando las suspicacias y controles de Robles, habían
conseguido encontrar un momento y un espacio para estar juntos y debatir tantos
temas como tenían que acordar.
Las conclusiones casi eran lo de menos, lo importante era la
posibilidad de intercambiar opiniones y de intentar definir líneas de actuación
conjuntas. En cualquier caso, estaba claro que ¡tenían que hacer algo!
Esta reunión era muy especial y no se podía dejar un cabo
sin atar, muchas vidas dependían de los acuerdos que se tomasen. Ya se
conocían, pero esta era la primera vez que se reunían para tomar decisiones
conjuntamente y establecer un plan de acción. Pero ¡él lo había conseguido!
Los últimos acontecimientos estaban generando mucho malestar
y discordias entre todos, tanto internas como externas, y él había decidido que
era el momento de actuar. Así que se puso en marcha y ¡actúo!
Una vez detectada la situación, estableció contacto con cada
uno de sus compañeros e intentó averiguar la posición de cada uno de ellos al
respecto. Todos estaban preocupados e interesados en llegar a una decisión
compartida, pero cada uno tenía diferentes opiniones en cuanto a si había que
hacer algo o no hacerlo, incluso si hacerlo de forma más arriesgada o más
conservadora o hacer las cosas de forma manifiesta o más oculta.
Finalmente, todos o casi todos habían estado de acuerdo en
reunirse y exponer sus puntos de vista e intentar llegar a algunas conclusiones
respecto a sus vidas y las vidas de los otros. Ahora, era el momento!
El lugar de la reunión quizás no era el más adecuado, la
sala de torturas y pesadillas de Palmira podía traer malos recuerdos a alguno
de los asistentes, pero era el más tranquilo y alejado de posibles intervenciones
de los otros. De aquellos que querían intervenir y manipular en la vida de
todos ellos.
Alguien aporreó la puerta, según la contraseña estipulada de
dos golpes rápidos y tres lentos, y Perseo fue diligente a recibir al primer
invitado a la reunión que asistía puntualmente. Era Trexa! Pero en cuestión de
segundos fueron llegando todos los demás: Vestigium, Tacones Cercanos, Padawan,
Rac Tac, Dakota, Lastrum, etc. Todos se fueron situando, sin emitir palabra
alguna, alrededor de la camilla de las pesadillas de Palmira.
El primero en hablar fue Padawan: A ver, ¿qué hacemos aquí? ¡No
tengo tiempo que perder!
-Tenemos que
determinar nuestra postura frente a todo lo que está pasando. Respondió
Perseo y todos los demás manifestaron su acuerdo con gestos de asentimiento.
Dakota intervino y subrayó que tenían que hacer algo ante
tanta manipulación. Ellos no eran los dueños de nadie y aquí estábamos para
demostrarlo.
Tacones Cercanos intentó suavizar el ambiente recordando que
todos somos un equipo, pero Guille de la People respondió: ¡Vos sos una pelotuda!
Mr. Marvic, ante tanta tensión, se removió para intervenir y
manifestar su desacuerdo; pero Vera Lú intervino: Yo, tampoco tengo tiempo para gilipolleces. ¿Qué hacemos aquí?
Estamos aquí para determinar
que sucede con nuestras vidas y con las vidas de los otros, dijo Perseo.
Ah! ¿Hay varias vidas?
Preguntó Txiki
Siiiiiiii, respondieron todos casi al unísono.
Cuando iban a retomar de nuevo el tema de la reunión y
controlar sus propias vidas, escucharon el sonido familiar de la ambulancia de
José. Eso quería decir que alguien entraba en KTS!
Cada cual, poco a poco, asumió su papel y regresó a su
habitación para evitar conflictos. Perseo se quedó perplejo, pero pensó que los
avatares habían dado un primer paso: ¡Moverse al unísono con la intención de
actuar!
By Perseo
Perseo |
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