Palmira
se despierta con un gran dolor en su espalda. Se encontraba tendida en la cama,
con las sábanas y ropas propias de un hospital. Mira a la ventana y ve que ya
es de noche cerrada y la luna luce perfecta, brillante y galana, alumbrando al
mundo entero.
No
sabe dónde está ni porque está ahí. Intenta con todas sus fuerzas traer a su
memoria el último recuerdo lúcido, pero no es capaz. Sólo le vienen a la cabeza
imágenes de Isaac y de Macarena, junto a Máximo, en su ciudad de Sevilla.
Algo
dentro de ella le dice que desde aquello han pasado muchas cosas y que no es la
misma de siempre, pero no logra comprender con claridad nada. Intenta
levantarse y gesticular, pero tampoco lo logra. Enciende la tele, y después de
trastear entre varios canales, encuentra algo que parece ser un telediario.
Hablan de un atentado y de la muerte de varias personas. Ve las imágenes y
recrea toda la escena en su interior. Es como si hubiera estado allí, como si
hubiera formado parte de la misma…
El
fuerte viento del exterior abre la ventana de par en par y un aire casi gélido
entra en la habitación. Palmira tiene frío y llama a la enfermera para que
cierre la ventana y le de unas mantas. Al abrirse la puerta, ve en el exterior
dibujada una figura muy familiar que no acaba de identificar.
Después
de que la enfermera saliera de la habitación, la figura extraña del exterior se
acerca a ella. Cada vez está más cerca, pero no consigue recordar su nombre.
Sabe que es su amigo y alguien de su confianza, pero no alcanza a comprender más.
- Palmira,
menudo susto nos has dado. ¿Qué tal te encuentras hoy?
- Bien, gracias,
aunque con la espalda y las piernas un poco doloridas y un poco aturdida. No se cómo he
llegado aquí ni lo que me ha pasado.
Máximo
le pone al día y le hace un resumen de todo lo que le ha ocurrido a la familia
y a su entorno desde que Palmira piso Venecia y le dice que le va a hacer dos
advertencias, pero que allí puede haber micrófonos. Decide salir fuera y coger
una silla de ruedas del pasillo y acompañar a Palmira hasta la terraza.
Máximo
confiesa que le están siguiendo y que en realidad él es agente de policía
infiltrado, que tiene pruebas de las actividades delictivas de las empresas de
su familia y que es su protector. Le ha asegurado que su única misión es salvaguardar
su seguridad y su bienestar, a la par que investigando a la familia.
Tocan
a la puerta: ¡TOC¡ ¡TOC¡
A
continuación, un hombre vestido de repartidor entra en la habitación. Viene a
entregarle una carta a Palmira. Después de firmar la recepción, se da cuenta de
que en realidad son dos sobres los que recibe. El primero de ellos es de Studio
Legale Caddeu & Associato con la citación la próxima semana para la
apertura de testamento en el Osborne Hotel de la Valleta.
La
segunda carta era más intrigante aún. Tenía la letra de sus padres. ¿Cómo
podían los Caelum enviar una carta después de muertos? ¿Seguirían vivos a pesar
del accidente? Estas eran una de las muchas preguntas que rondaban la cabeza de
Palmira cuando se durmió profundamente.
By Osoamoroso
Osoamoroso |
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