28 de enero de 2017

Capítulo 17

Sentía que había consumido toda una vida desde su llegada a Venecia, sin embargo tan sólo habían transcurrido dos meses.

Sesenta días llenos de sobresaltos y malos presagios. De todo lo sucedido al menos ya tenía claras varias cosas. Había roto su compromiso con Máximo y le había devuelto la alianza, se consideraba una mujer honesta y a la vista de la respuesta de su cuerpo ante la simple visión de Martín y Andrea, era evidente que su amor hacia él no era lo suficientemente fuerte.

Sabía, y no era una simple intuición, que Alison ocultaba algo. A pesar de que en todo momento se mostraba solícita con ella en su tarea de mentora, no era menos cierto que gracias a ello conseguía controlarla, hasta tal punto que nunca pudo reunirse con Daniel en los Cañones y a él, curiosamente lo habían vuelto a destinar a la casa de Malta. Además estaba el misterioso nombre que llevaba tatuado en su muñeca ¿quién era Lucas y qué significaba en la vida de aquella extraña mujer?

De las dos recepciones, la que tuvo lugar el mismo día que llegó a Venecia y la que sus padres organizaron dos días después, justo cuando llegaron de Pamplona, lo único que había sacado en claro era que no estaba acostumbrada a una vida tan glamurosa. El agotamiento y la cercanía de ambos eventos la habían hecho cometer la imprudencia de mezclar un relajante para dormir con alcohol y según el doctor, ese había sido el motivo por el que Andrea la encontró sin sentido sobre el suelo del baño.

El equipaje por fin había aparecido una semana después. Tener sus pertenencias le daba una seguridad casi infantil.

También había descubierto algo que desconocía, hacía un año que sus padres habían decidido convertir el hogar familiar, el Palazzo, en un hotel de lujo reservando para ellos las dependencias del piso superior. Cuestiones fiscales le explicaron.

Sus padres y sus bellos nombres judíos cargados de significado: Levi, el que acompaña y Razzi, la secreta. ¡Qué poco tiempo había podido disfrutar de ellos! Dos días después de llegar de Pamplona se habían vuelto a ir y  sólo tuvo una pequeña oportunidad de hablar con su madre en el desayuno, justo el día que se iban. Quiso preguntarle sobre la carta, pero Razzi era experta en evitar conversaciones, se limitó a sonreirle y decirle que estaba muy orgullosa de ella por haber aceptado hacerse cargo de los negocios familiares. Su padre, había tenido la delicadeza de besarla en la mejilla al subir al taxi camino al aeropuerto y susurrarle "sigue las indicaciones de la Señora Clayton y no cuestiones nada".

Desde el incidente del baño, Andrea se mostraba cortés pero distante y Martín una semana después de la última gala había regresado a Chicago, con lo cual muchos interrogantes quedaron sin respuesta para Palmira: ¿Quién era el AMO? ¿Por qué se hacía llamar de ese singular y siniestro modo? ¿Qué planes eran aquellos que Martín le había dicho en la terraza que tenía para ella?


Tomó la carpeta de piel que Andrea le había dado en el taxi el día que la recogió en el aeropuerto y volvió a intentar comprender el entramado empresarial que sus padres poseían, toda aquella documentación legal la volvía loca ¡ella era Licenciada en Bellas Artes no en Administración de empresas!

By Hraeslvelgr


Hraeslverg

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