13 de enero de 2017

Capítulo 2

Tranquila, porque ya sabía que no estaba sola en ese aeropuerto, pero a su vez nerviosa, porque Andrea era casi un desconocido para ella, Palmira avanzó hacia él, mientras pensaba -¿Qué hago?¿Le doy la mano?¿Un beso?¿Dos?-

Sin tiempo para que su mente tomara una decisión, Andrea caminó hacia ella, tomó su equipaje de mano, lo dejó en el suelo a un lado de ambos y la abrazó.-Bienvenida a Venecia- le dijo,-Tenía muchísimas ganas de verte en persona-.


Mientras le hablaba, Andrea se quitó las gafas y, por fín, ella pudo ver sus ojos. Eran desconcertantes, azules, de un azul muy claro, como el azul de un amanecer de verano. Palmira clavó sus ojos en los suyos, sin ser capaz de escuchar las palabras que los labios de Andrea estaban emitiendo, solamente perdida en esa mirada.

Al cabo de unos segundos, que ella sintió que fueron horas, Palmira, por fín, pudo hablar – ¡Hola Andrea! Y…¿mis padres?

Ella esperaba que, después de tantos años viviendo en el extranjero, ahora que por fin volvía a casa, estuvieran todos esperándola, pero no era así. ¿Qué habría podido pasar?¿Por qué la única persona que viene a recibirme es un enigmático casi desconocido?

No entendía nada, pero, no podía dejar de mirar esos ojos, se preguntaba cómo era posible que existiera en el mundo una mirada tan bella y adictiva. Porque Palmira quería saber más, qué había detrás de esa mirada, qué emociones escondían, qué pasado había tenido ese hombre para que mirara de esa manera, quería saberlo…TODO.

-Tranquila- le dijo Andrea, -dentro de muy poco te reunirás con ellos, están deseando verte-

¿Deseando verme?¿Y por qué no han venido? Palmira no entendía nada.

-Vamos al coche y en el camino te lo cuento- continuó diciéndole Andrea, y cogió su mano derecha con la izquierda, mientras sostenía su equipaje de mano con la otra.-¡Tienes poco equipaje para haber estado tanto tiempo fuera! Dijo sonriente Andrea.

-Sí, bueno, ha habido problemas con el equipaje, espero que me lo hagan llegar pronto.

- No te preocupes, a partir de ahora no tendrás más problemas, todo va a ir bien- le susurró Andrea mientras soltaba su mano y colocaba su brazo sobre los hombros de Palmira y se dirigían hacia el Parking.


Palmira seguía sin habla, desconcertada, nerviosa y tensa, pero paradójicamente tenía una sensación de paz en su interior, ¿de dónde venía esa paz? No lo sabía aunque, por primera en su vida, Palmira sintió seguridad protegida por esos brazos, por esa mirada, por ese desconocido, por ese hombre que la guiaba hacia lo que iba a ser, nuevamente, su nueva vida.

by Rac Tac

Rac Tac

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