25 de enero de 2017

Capítulo 14

Desvió por un momento su mirada hacia el enorme ventanal y se acercó; desde ahí admiró  el maravilloso “ Jardín del Palazzo ”, que nada tenía que envidiar a los famosos Jardines de Versalles, estaba precioso; advirtió que ya estaba anocheciendo, con lo que perdió uno de los momentos más bellos  del día, el atardecer en Venecia.

-  ¡¡ El atardecer en Venecia !!

Dijo Palmira en voz alta, mientras un suspiro y un desánimo recorrió su cuerpo, al darse cuenta que también había perdido la oportunidad de reunirse con Daniel. Necesitaba empezar a  despejar  tantas incógnitas que surgían y que iban “in crescendo” desde  que puso el primer pie en esta ciudad.

Cabizbaja, se giró para dirigirse hacia el armario, donde aún no tenía decidido qué se iba a poner, y el tiempo transcurría, eran ya las 19:40 h. Y la Cena de Gala era a las 20:30, debía darse prisa si quería estar perfecta y radiante para lo que iba a ser uno de los días  más importantes de su vida. 

Al levantar la cabeza, vio en la puerta una silueta, la cual fue acompañada por un carraspeo para llamar su atención.

- ¡Cof, cof!... Señorita Palmira, veo que ha descansado muy bien, incluso  me atrevería a decir que se le han pegado las sábanas, lo cual celebro, pero... debe darse prisa. Le recomiendo que se acerque a la bañera....

Era Andrea.

 ¿Cuánto tiempo llevaba allí, me habrá oído...?  ¡Qué más da! Tan solo con su voz, ya quedaba absolutamente hipnotizada.

Palmira fue acercándose al baño y...

- Yo mismo mandé que se lo llenarán hace una hora.

Y acercándose un poco más a ella le susurro,

- En el Palazzo, a las señoritas las tratamos como tales, así que le dije a una de las muchachas  que utilizara pétalos de rosa, recién cogidos del jardín, tal y como a su madre le gusta tomar el baño.

- Y...  Señorita Palmira, debe estar más atenta, aquí en Venecia la puesta de Sol comienza aproximadamente sobre las 17:30h.

Palmira estaba sorprendida, encantada, una felicidad inmensa recorrió su cuerpo, el detalle de Andrea le había dejado boquiabierta, sintió que estaba en una nube, que era especial, sintió amor.

Giró todo su cuerpo en una décima de segundo y quedaron uno frente al otro.

Una sonrisa amplia dibujaba sus caras, se miraron fijamente, Palmira se estremeció y, en un impulso, con los cinco sentidos descontrolados, no pudo resistirse y lo abrazó.

Sus labios recorrieron su cuello hasta encontrar el lugar donde, delicadamente, los dejó descansar un instante, el cual aprovechó para susurrarle al oído.

-Gracias Andrea, es muy gratificante que alguien a quien apenas conozco desde hace unos días, tenga estos gestos tan bellos, tan necesarios para mí en estos momentos, ahora mismo si me dejará llevar te....

En ese preciso momento la interrumpió un leve, aunque profundo gemido, que salió de entre los dientes de Andrea.

Perpleja y asustada Palmira se apartó y le dijo:

-Lo siento ¿Te he hecho daño? ¿Qué te pasa? Quizás no controlé la intensidad  de mi abrazo, te pido disculpas.

-Veo que a alguien se le ha pasado algo por alto...

Dijo Andrea con una media sonrisa, que concluía con un brillo especial en su mirada.

Palmira, aunque no comprendía nada, al oír su respuesta acompañada de tal dulzura en su mirar, no quiso entrar en más detalles, prefería quedarse con ese momento tan mágico y no estropearlo con preguntas absurdas de niña tonta.

- Venga, disfrute de su baño, y deleite a toda la alta sociedad con su belleza natural. Recuerde cuando salga de esta habitación que las estrellas brillan por usted; esta noche, su vida cambiará.

Paso a paso Andrea se fue alejando de ella. Sin pestañear, observaba cada línea y cada curva de su cuerpo, tan absolutamente perfecta, incluso recién levantada, sin maquillar, era espectacular.

Antes de dar la media vuelta le dijo:

- Le voy a dar una información que le será de gran ayuda para que sea puntual. Cuando oiga tocar al quinteto de cuerda, quedarán exactamente 15min. hasta que hagan sus padres la entrada  a la Sala Principal Caelum.

Son las 19:50h. y Palmira se dispone a despojarse de su ropa para disfrutar del baño entre rosas. Al deshacer el nudo de su bata de seda.... se percató de un detalle que le llamo tremendamente la atención. 

-¿Y esto? ¿Cómo ha sido?

Tenía rotas las uñas de los dedos índice, corazón y anular  de la mano izquierda, con lo que ella se cuidaba de tener las manos siempre perfectas...


By Mr. Marvic
Mr.Marvic

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