Tras el rescate de Palmira y su bebé, Andrea no conseguía dormir bien. Se despertaba constantemente y quedaba insomne durante largas horas en la madrugada. Se encontraba sumido en un sin sentido que le aplacaba las fuerzas.
No podía dejar de pensar en la pregunta que le hizo Palmira al despertarse tras el encontronazo con una piedra que se cruzó con el vehículo en el que viajaban hacia un lugar seguro.
- Andrea, ¿por qué Macarena no nos acompaña?
Las preguntas de Palmira le angustiaban, pero los gritos de Macarena le atormentaban y resonaban en su cabeza sin parar.
- ¡Andrea, por favor! ¡No me dejéis aquí!, ¡Volveeeeeed!
Pensaba que era un desgraciado y que había abandonado a Macarena a su suerte. Le prometió que volvería a buscarla y hasta ahora no había cumplido su palabra. De nuevo se juró a sí mismo que haría lo que fuera necesario para rescatar a Macarena, pero con los Poncianos pisándoles los pies no sabía cómo iba a hacerlo. No tenían margen de maniobra con los constantes sobresaltos y cambios de lugar por la persistente persecución a la que se veían sometidos.
Hablando con Alison, ésta le comentó que pese a que sabía que la presencia de Máximo cerca de Palmira le desagradaba y provocaba en él unos celos incontrolables, contar con su ayuda probablemente sería lo más sensato. Andrea en estos momentos no se fiaba ni de Máximo, pero reconoció que estaba muy unido a Macarena y seguramente haría lo imposible por ayudarles a rescatarla. Así pues, decide llamarle para contarle que se encontraban en Rottach-Egern, en el estado de Baviera. Le aseguró que Palmira y la niña se encontraban bien, pero que Macarena no pudo ser liberada y tenía que ir en su búsqueda.
-¡Necesitamos que nos ayudes Máximo! ¡Tengo miedo de acudir en su búsqueda y que les ocurra algo a Palmira, Alison, Nana y a la niña. Pero por otra parte no podría perdonarme que le sucediera algo a Macarena, ¡si no le ha sucedido ya!
-¡Descuida Andrea!, me reuniré con vosotros y algo se nos ocurrirá, ¡verás! Seguro que Macarena estará bien, es una mujer muy lista y muy valiente. ¡La encontraremos sana y salva!
28 horas después Máximo llega al punto de encuentro. Se encontraban en una villa bastante escondida, pero finalmente consiguió acceder al lugar. Llamó a la puerta repetidas veces, pero nadie le abría.
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Soy Máximo, ¡abridme por favor!
-Andrea abre la puerta. ¡No hace falta que grites! ¿Estás solo?
- ¡Claro! Responde Máximo, ¡en eso quedamos!
-¿Te han seguido?
-¡Por supuesto que no! ¿Qué te crees?, ¿Qué soy tonto?
-Tonto no sé, ¡pero no me fio de nadie! Y dados los acontecimientos ¡ni siquiera de ti!
-¿Y las chicas?
-Dentro, escondidas mientras tú y yo vamos al Lago Tegernsee.
-¿Ahora? ¿Para qué? ¡Quiero ver a Palmira!
-¡Tranquilo! La verás, todo a su tiempo.
Después de montar en un coche destartalado, a pocos minutos de allí, aparcaron en un muelle. Caminando hacia el embarcadero se percatan de que alguien les sigue.
-¡No te des la vuelta! ¿Máximo, me has engañado? Me has dicho que venías sólo.
-¿Cómo?, ¡por supuesto que no te he engañado! He venido sólo, te lo juro.
-¿Y porque nos sigue Gerardo?, tu antiguo compañero.
-¿Cómo sabes que Gerardo fue mi compañero? Y ¿dónde está? ¡Yo no lo he visto! Da igual, puede que me siguiera, pero te juro que desconozco él porqué. ¿Dónde me llevas Andrea? No entiendo nada.
-Ahora lo verás.
-¡No puede ser! ese barco es de los Poncianos.
-¡Exacto!
-Pero, ¿cómo se te ocurre?, ¡si nos ven nos matarán!
-Hace unos días me pareció verles merodear por la zona y los seguí para cerciorarme de que estaban allí. Efectivamente el barco es de ellos y pensé que Macarena podría estar ahí.
-¿Y cómo vamos a saberlo?
-Eso vas a averiguarlo tú, Máximo. ¡Tendrás que entrar! Yo me quedaré fuera vigilando.
-¿Cómo? ¿Estás loco?
-Yo tengo que quedarme aquí, conozco la zona y vigilaré que no aparezca Gerardo o alguno de los demás. ¡Prepararé la lancha para zarpar lo más rápido posible!
-¿Pero y si hay alguien más dentro?
-Con este arma y como buen protector que eres, ¡sabrás que hacer!
Sin darle más vueltas y sin pensarlo más, Máximo se adentró en la embarcación. Andrea con un apretón en el hombro, le animó y exclamó que todo saldría bien.
Una vez dentro y tras asegurarse que no había ninguna amenaza, entró en un camarote. Para su sorpresa vio y escuchó la voz de Macarena:
-¡Máximo!, ¡me has encontrado!, ¿y Andrea? Pensé que llegaba el final y ya me estaba despidiendo.
By Vera Lú
Vera Lú |
Andrea y Máximo colaboran! Por Palmira? Por Macarena? La acción reaparece en KTS! ¿Te lo vas a perder?
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