12 de febrero de 2017

Capítulo 32

Palmira se iba aproximando a...

Otro espacio donde el tiempo no existe, porque el tiempo en el universo no es más que un concepto de Tercera Dimensión.

-¿Que sientes? le pregunto el Dr  Weiss.

-Paz, mucha paz

Le contestaba dibujando una sonrisa en su rostro mientras  entrelazaba sus dedos como si  empuñara una espada.

-¿Dónde te encuentras?

- En casa

-Descríbeme tu entorno Palmira

- ¡No soy Palmira! gritó  

- Soy Lucas, hijo de Marcus Celícola. Mi padre es el único heredero de una larga dinastía que capitanea un ejército de fieles, que luchan para que se mantenga el equilibrio en el universo entre el bien y el mal. “Los Celícolas “ ( Los habitantes del cielo)

-Interesante  Lucas,  ¿dónde te encuentras, que ves?

-Estoy en Los Cañones, en el mirador desde donde divisamos y vigilamos el puerto de Malat (refugio seguro) pero no estoy solo, me acompaña el escuadrón  de mi padre y un segundo escuadrón formado por los mejores hombres de la orden  “Los Caballeros de San Juan de Jerusalén “ o como se les conoce popularmente ” Los Caballeros de Malta ”
- ¡Padre Noooo !

Gritó  Palmira, acompañándolo con un continuo  rio de lágrimas y mientras cerraba sus puños con tanta fuerza que parecía que, por momentos, fueran a salir sus blancos  nudillos de ella.
Balbuceando y con la voz entrecortada, volvió  a decir:

- ¡No padre, nooo por favor!
- Cuéntame Lucas, cuéntame, ¿qué pasa?

El Doctor Weiss  empezaba a sospechar que había llegado  ese momento, ese que había estado durante tanto tiempo, oculto y que tanto  la atormentaba.

- Mi padre, mi padre...  mi madre, mi madre...

Palmira estaba tumbada en el suelo sobre una cálida y mullida alfombra de color púrpura, en ese momento recogía sus piernas y las agarraba hasta  terminar en la posición  fetal o de protección.
Apenas podía articular palabra, estaba ausente, como si su cerebro estuviera ocupado encajando un gran puzzle de momentos, imágenes y caras.

-Tranquilo Lucas, es necesario que me digas que ha sucedido, que lo saques de dentro, pero no tengas prisa.

Claramente y  lejos de sentirse liberada y aliviada, su rostro reflejaba gran tristeza y dolor. Pero finalmente empezó a contar lo sucedido.

-Mi padre, ha tenido que tomar una decisión dura, pero necesaria.

En esta batalla, no solo luchamos contra  varías dinastías del mal, sino por preservar en secreto, el mayor tesoro del universo, el cual custodiamos desde nuestros antepasados más lejanos.

Por sus palabras todo hacía suponer que Palmira se hacía una idea de que mucho tenía que ver esto con el anagrama de la familia y  los tatuajes.

-Verá, desde hacía tiempo teníamos entre nosotros un topo, alguien que pasaba información a las dinastías del mal, por ello muchos familiares y grandes guerreros murieron sin poder siquiera defenderse. Eso es traición, y muy a pesar nuestro, este traidor, debía tener su castigo.

-¿Y quién era ese traidor?

-El traidor o mejor dicho, la  traidora era mi madre.

 Palmira rompió  a llorar una vez más y tras una pausa, continuó el relato.

-La decisión solo podía ser una, y ha sido desterrar a su esposa, mi madre. Pero mi madre en un  acto vil e  irracional se llevó con ella, a mi hermana, jurando venganza.

Palmira seguía reconstruyendo  su vida, a partir de estos fragmentos que acontecieron en  su otra vida.....

¿Cuál será ese tesoro?¿Cuál será su  poder?¿Quién es su madre?y... ¿Quién es su hermana?


By Mr.Marvic
Mr.Marvic

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