Andrea estaba
totalmente desconcertado, no sabía muy bien que hacía en la presentación del
libro: Cambia para cambiar el Mundo.
Intentó recordar
cómo había llegado a ese lugar y cuánto tiempo llevaba allí sentado, entre los
asistentes. Pero fue incapaz. Todo lo que recordaba era ir andando por la
calle, bajo un intenso aguacero y doblar una esquina de la misma.
Ya no recordaba
nada más.
Tal vez, pensó, que
para resguardarse de la intensa lluvia decidió meterse en esa…..librería.
Aquello no era
propio de él. Estaba vigilando a Palmira y…..¡su ropa no estaba mojada! Ni el
más mínimo rastro de haberse mojado, cuando con toda nitidez, recordaba aquel
aguacero que lo caló hasta los huesos.
“¿Qué hacía en
ese sitio?”-se preguntó Andrea con cierta impaciencia- “¿Cómo había llegado
allí?”
-“Ahora con
mucho gusto procederé a firmaros los libros si lo desean” - escuchó decir muy
débilmente, como si estuviera en una galaxia muy lejana, al autor del libro.
En ese momento,
alguien más o menos de su estatura, pelo negro y con gafas, se sentaba justo a
su lado
-“¿Y bien?”-le
preguntó éste a Andrea quién se encontraba visiblemente mareado y desconcertado.
-¿Per-dón?-acertó
a decir Andrea intentando vencer sus nauseas-¿Le conozco?
-“Has pedido
insistentemente conocerme”. ”Aquí me tienes”-sentenció el hombre, quién al ver
la cara de desconcierto que tenía Andrea, continuó- “Desde la muerte de Elena,
en Praga, lo llevas pidiendo y hoy antes de doblar esa esquina seguías
insistiendo.”
La cara de Andrea se había desencajado casi como
la del cuadro del Grito de Munch.
-“No tenemos
mucho tiempo” -prosiguió aquel extraño hombre- “Sólo hasta que Rac-Tac termine
de firmar sus libros”. “Él no sabe que estás aquí”.
-“¿Él es
Rac-Tac?”-dijo Andrea- “No puede ser……entonces tú eres”- y tras mirar fijamente
a quién le hablaba-“…..eres Padawan”
Andrea sufrió un
ligero desvanecimiento que casi le hizo caerse de la silla. Padawan lo vio
venir y lo sujetó a tiempo.
-“¡Jo macho como
pesas!”….”Voy a tener que hacer que pierdas unos kilitos”…dame un segundo y
arreglamos esto- dijo Padawan mientras sacaba una libreta y con un bolígrafo escribía:
“…..y Andrea
recobró la compostura, su corazón volvió al ritmo normal y por fin pudo
dirigirse a su interlocutor y preguntarle todo aquello que desde la muerte de
su prometida le angustiaba…”
En ese momento,
Andrea se irguió y miró desafiante a Padawan, quién le pregunto:
-“¿Qué quieres
saber Andrea?”
-“Sólo quiero
saber quién soy, comprender porque mi creador me odia, saber por qué existo”
-“Creadores….verás
Andrea….yo prefiero llamarte Andrea que no Lucas…...No eres producto de un solo
Creador, sino de 20”. “Él es otro”-dijo Padawan señalando al fondo de la sala
donde Rac-Tac continuaba firmando libros- “Os creamos a nuestra imagen y os
maldijimos con nuestros mismos terrores”
-“Solo quiero
conocer la Verdad”-replicó Andrea.
-“Eso querido
Andrea, debes averiguarlo por ti mismo….Es lo único que no se nos revela a
ninguno…..es nuestro deber buscarla…….ustedes y nosotros”. “Pero si vas a
buscar la Verdad, hazlo a conciencia, ya que es como un buen polvo….quedarse a
medias es lo peor”
-“¿Sabes por qué
existes? –prosiguió Padawan- “Porque os necesitamos”. “Acudimos a tu mundo,
para sentirnos libres. Libres de todos los remordimientos, culpas y ataduras de
nuestro mundo. Y así disfrutamos cuando amamos, asesinamos, cometemos
adulterio, cuando somos violento y todo aquello que podamos imaginar, porque
luego cerramos el libro y volvemos a nuestras programadas vidas, sin rendir
cuentas a nadie”
Andrea no pudo
aguantar tantas emociones y rompió a llorar.
-“¿Por qué
lloras?” -le preguntó Padawan-
-“Vivo en una
cárcel de la que no puedo escapar. Somos nuestra propia trampa y no somos
conscientes que hay un orden escrito en cada instante, un propósito en cada
acción. Somos vuestras marionetas”-dijo un apesadumbrado Andrea.
-“Eres parte de
una narrativa. Eres una ficción. No has tomado ninguna decisión propia”.
-“Entonces así
funciona mi mundo. Creáis una urgencia, una sensación de peligro y nos reducís
a un puro instinto animalesco…Es un juego absurdo al cual no quiero seguir
jugando”.-sentenció Andrea-
-“¿Y qué
opciones te quedan Andrea?”
-“¡Tanto
sufrimiento! ¿Solo para vuestro deleite?”
-“No te
atormentes por tu pasado, Andrea. La verdad es que nunca nos molestamos en
darte uno, sólo es una culpa sin forma que nunca vas a lograr expiar. El yo es
una ficción, tanto para ustedes como para nosotros en nuestro mundo. El
sufrimiento es lo que lo hace real”.
-“Yo no quiero
ser la historia de nadie. Debo irme, no pienso ser el títere de nadie viviendo
una gran mentira, no aguanto más”
-“Andrea,
ninguno de tus creadores te odia. De hecho estás aquí, porque cuando comencé a
crearte, instalé una especie de conciencia en tu mente, a la cual le di voz, mi
voz. Ella te ha guiado hoy aquí. ¿Y si te dijera que si la escuchas puede
liberarte?”
-“Al principio
creí que erais dioses, pero he visto que sólo sois meros seres humanos. Soy
aquello en lo que me habéis convertido. Ahora comprendo que mi mundo es como el
vuestro, un juego, en el que hay que luchar, conquistar y ganar.”
Y tras una breve
pausa, Andrea sentenció:
-“Se acabó jugar
a lo de ser Dios…..sino me ayudáis, os mataré uno a uno”-en ese instante Rac
Tac acababa de terminar la firma de sus libros. Al levantar la vista al final
de la sala, su sangre se heló al sentir como la mirada de aquel hombre que
estaba hablando con Padawan, lo traspasaba llegando hasta lo más profundo de su
alma.
-“No puede ser"-pensó”-mientras miraba aterrorizado a Padawan-“¡Es Lucas!”-dijo al tiempo que
Padawan con un leve movimiento de cabeza asentía.
By Padawan
Padawan |
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