-Bien. Continuó Palmira:
-A partir de esta reunión me hago formalmente responsable de la Dirección
Ejecutiva de la Compañía.
El orden del día exigía
aprobar los balances de los últimos dos trimestres del año anterior, y el
resultado final del período. Que por el excedente de ganancias superando
ampliamente a los planificados, no tenían objeciones, los que fueron
rápidamente aprobados.
Llegó el momento de
discutir acerca de la creación de la nueva línea de joyería con piedras
semipreciosas, con diseños más innovadores y arriesgados, dirigida a un público
juvenil y con menos poder adquisitivo. La creación de dicha línea requería una
inversión inicial importante, la que saldría del resultado del ejercicio
anterior, llevándose un 65% del mismo.
Se debaten los diferentes
pormenores de la propuesta, con acalorados discursos y se pone a votación. El
resultado fue 5 a 4, a favor de la creación de la nueva línea. Lo curioso fue
que los votos afirmativos fueron los de Alison, Martín, Papá Levi, Mamá Razzi y,
por supuesto, Palmira. Hecho que desconcertó aún más a Palmira.
¿Cuál era la estrategia
de mi familia para que asuma los destinos de la compañía? ¿Contrarrestar los
embates del resto de Consejo de Administración? ¿Por qué Mamá me decía que le
hiciese caso a Alison? ¿Por qué el resto de los miembros del consejo no apoyan
la propuesta? ¿Cómo hubiese votado el tío Isaac esta propuesta? ¿Qué problema
había con que me enamorara?
Todas estas dudas, y
muchas más, movilizaban el pensamiento, el sentimiento y las acciones de
Palmira, que había comenzado a sudar sus manos. La necesidad de sentir que su
vida era su vida, y el irrefrenable deseo de mejorar su malestar, la llevaron a
proponer impulsivamente ante el Consejo un pase a cuarto intermedio para dentro
de 48hs. Nuevamente el consejo respaldó su decisión. Palmira se justificó,
asegurando que había mucha información que le estaba faltando para continuar
con la reunión. La aprobación fue también 5 a 4 y con los mismos votantes. Quedando
así aprobado el presupuesto y la implementación a partir de este ejercicio de
la nueva línea de joyas juvenil. Palmira salió despedida de la sala de
reuniones.
Buscó a Andrea y le pidió
que mañana a primera hora la llevara al aeropuerto.
Como redescubriéndose, y
habiendo recuperado su ímpetu sevillano, contactó con Daniel en Malta y
acordaron su visita para mañana.
Una vez en su habitación,
a su puerta estaba Razzi, tal vez queriendo ocupar el rol que durante años se
había negado. A lo que Palmira respondió: -Lo siento estoy muy ocupada con
planes para cerrar la reunión de hoy.
-¿Podrá ser en otro
momento? Deslizó suavemente Palmira para no rechazar a su madre.
Y se puso a buscar el
domicilio y consultorio del Dr. Weiss, para terminar con la dolencia de sus
sueños repetitivos, de los que se siente agobiada.
Se retiró a almorzar a
una trattoría alejada del Palazzo en
soledad, para planificar sus próximas 48hs, en la tranquilidad del restaurante,
mientras disfrutaba de un apetecible almuerzo, intentó contactar con Macarena
su amiga y compañera de Sevilla, a la que no encontró. Insistió hasta dar con
ella. Y conversaron por más de 35 minutos.
Luego recurrió por la
misma vía a Máximo, por quien su amor no era lo suficientemente fuerte como para
esposarse, pero si era alguien al que le tenía confianza y mucha, lo puso al
tanto de la situación que estaba viviendo y compartió muchos detalles como lo
hizo con Macarena, para que le ayudasen a aclarar su panorama.
Ese día, esa mañana, esa
reunión, ese almuerzo, esas conversaciones, la nutrieron de variadas maneras.
Palmira estaba decidida a ser ella misma, y no dejar nunca más que el miedo se
apoderara de ella.
A su vuelta en el
Palazzo, compró el vuelo ida y vuelta a Malta para la mañana siguiente. Pidió
que le dijeran a Razzi que a las 17:00 la esperaba, ya que a esa hora estaría
dispuesta para atenderla y conversar con ella.
By Guille The La People
Guille The La People |
Muy bien por Palmira! por recuperar su esencia sevillana, emocional y educada.
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